ADVERTENCIA: Algunos contenidos de este blog pueden herir la sensibilidad de la gente sin humor o con problemas de tránsito en el tramo final de su orto. La ironía es clave aquí. En caso de intolerancia, consulte a su proctólogo.

lunes, 22 de febrero de 2010

Agüita bendita...










...y nieve y barro y más agua... En fín, eso es lo que tuvimos el sábado en la "super-mega-pedazo" de ruta que nos cascamos desde Pedrezuela. Después de dormir cuatro horas, no hay nada como levantarse a las siete de la mañana para disfrutar de casi cinco horas de rutilla. Nos juntamos los cuatro jinetes del "apocabícis", oséase: Javi "Santacruz", Jose "el Guardia", Rober "el Vagco" y el que narra. Grupo que cuando se une aparecen raíces, piedras, zanjas, senderos, repechones y escalones por doquier. Rober apareció un poco castaña por un problemilla de tránsito gastroduodenal, pero bueno, nos "regaló" 45 minutos de paseo por los alrededores de Pedrezuela con falsos llanos del 20% para que se nos pasara el fresquete. De ahí derechitos al Cares. Parada obligada en la recién bautizada "cuesta del Kami" (por el estudio que le hizo al fondo del barranco la semana pasada), y de ahí paseíto por el canal hacia el Cerro de San Pedro. Rober ,el pobre, se empezó a quedar y en la Cruz enfiló para su casa. Pues nos quedamos tres, así que subiendo y bajando por las pistas "aquópolis" directos a sufrir por una trialera de subida de unos cuántos kilómetros con nieve y todo en algunos tramos. Al final no fué para tanto y sólo desmontamos en la "cuestecilla del Luis" (ilustre nombre también por el talegazo que se calzó el susodicho pollo intentando bajarla). Un poco de pista, un encuentro con un paisano que llevaba una GT de carbono nuevecita, sin casco y con unas mallas que tuvieron que ser de Bahamontes, airecito de cara, cincuenta o más buitres merendando en una pradera, dos trialeras y vamos girando hacia Pedrezuela de nuevo. Más sube-bajas, más charcos que había que cruzar con un ferry, nos encontramos otra vez al prenda de la GT con sus colegas los cazadores (¿glups!, pa' decirle algo...) y senderito técnico de regalo, nuevo para mí y súper guapo. Y después de todo lo chungo, va el Guardia y se la calza casi parado por no poder sacar un pie. En fín, cosas del directo. Y por supuesto, para no llegar enteros, nos bajamos y subimos el puerto de Corepo. Fué espectacular ver a Javi comerle el ojete en la bajada a un tío con una furgoneta. Hubo un momento que creíamos que le hacía un interior en una curva. ¡Muy fuerte! Total: Palicilla que te crío, barro hasta entre los dientes (literal) y sonrisa de oreja a oreja. La mejor ruta del año (de momento, por supuesto...). Javi, gracias por las fotillos. Saludos y buen día.

1 comentario:

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

no tenía posibilidad de haber ido por cuestiones de rodilla y de forma, pero leyendo lo leído.... me alegro de no haber tenido la posibilida. Joder, eso si que es una ruta para pros, macho.