ADVERTENCIA: Algunos contenidos de este blog pueden herir la sensibilidad de la gente sin humor o con problemas de tránsito en el tramo final de su orto. La ironía es clave aquí. En caso de intolerancia, consulte a su proctólogo.

lunes, 27 de febrero de 2012

...Y comenzó de nuevo en Tres Cantos



Sí, sí, por si quedaban dudas, sigo vivito (y coleando y por eso estamos como estamos). No es que tuviera causas pendientes con la justicia ni fuera yo compañero de copas de Urdangarín o Costa. Tampoco es eso. Símplemente que paradójicamente a pesar de que me han pasado tantas cosas últimamente, no sabía ni cómo empezar a escribirlas aquí. Para hilar con el peñazo de la entrada anterior, ya sabéis, que si las carreritas de la bici, que si peto, que si me depilo así o asao, que si me duele esto y lo otro y que me gusta sufrir como un perro judío, os comento la primera (y diremos también penúltima) carrera del año y luego iremos al meollo. Pues eso, en plena ola de frío más de cien treintañeros gilipollas nos metimos la soba padre en el pestoso circuíto de Tres Cantos. Como era para mí el casi-único evento deportivo del año, pues me zumbé cosa fina para darlo todo. Tanto me zumbé que después de una semana anterior yendo como los cohetes, el día D se me queraron las patas como tontas. No me entraba la quinta marcha. Aún así quedé el 18, mejorando puesto y sin que me clavaran tantos minutos como otros años, y sin revolcón de por medio. El que no se consuela es porque no quiere, je je je.


Pero lo realmente importante que me (nos) ha ocurrido es que voy a contribuír a la superpoblación de nuestro amado planeta azul con un pequeño retoño. Algo tan importante se merece una entrada sublime y por eso no me atrevo a escribirla. Estoy en ello... Un abrazo a todos.