ADVERTENCIA: Algunos contenidos de este blog pueden herir la sensibilidad de la gente sin humor o con problemas de tránsito en el tramo final de su orto. La ironía es clave aquí. En caso de intolerancia, consulte a su proctólogo.

jueves, 25 de febrero de 2010

James Watt


Empecemos con un poco de física. Éste es el nombre del ingeniero y matemático escocés que inventó la máquina de vapor y el término "caballo de vapor", que como todos sabéis es una unidad de medida de potencia, al igual que el vatio. Es decir, que si queremos subir una masa de 75 kilos a una altura de 1 metro en 1 segundo, tendremos que generar un caballo de potencia. ¿A qué viene ésto?. Pues viene a que gracias a este ilustre señor, ahora muchos de nosotros nos dejamos hasta el último suspiro en las pruebas de esfuerzo para sacarnos la licencia ciclista. Pero sigamos con la clase. Debido a que a nosotros nos dan los resultados en vatios (W) y no en caballos de vapor (CV), aunque resoplemos como equinos al galope, veamos la equivalencia de ambas unidades: 1 CV = 736 W. Con este dato ya podemos "compararnos" con máquinas como coches o motos. Teniendo en cuenta que un ciclista profesional puede mover de media entre 500 y 600 vatios, que en un sprint puede alcanzar picos de 1500 W y que un Vespino tenía (o tiene) 3 CV de potencia ( o sea 2208 W), vemos que los motores de "digestión" lo tenemos jodido contra los motores de combustión. Hasta un truño de moto como ésta nos dá pa'l pelo. Sólo nos queda el consuelo de acercarnos a los deportistas de élite. Según calcularon, Induráin generó unos 600 W de media en el récord de la hora que batió en 1994... ¡¡¡durante una hora!!!. El resto de pobres mortales y sufridores gratuítos nos tenemos que conformar con llegar con mucha, mucha suerte a mover esa cantidad puntualmente en nuestra prueba de esfuerzo. Ahí va un ejemplo con mi reciente ergometría: Estas pruebas consisten en aumentar 25W la resistencia de la bicicleta estática cada 2 minutos hasta que alcances tu máxima frecuencia cardíaca, o te dé un pentarro. La última la hice en 2008 y moví 370W y me puse a 174 ppm. Pues bien, te miden (por cierto, he crecido medio centímetro, me estoy empezando a mosquear, no me gustaría acabar siendo un reno...), te pesan ("has engordado 1 kilo", me soltó el capullo del médico), te miden la tensión (pelín alta) y te llenan de electrodos para seguir tu ritmo cardíaco. Y luego, a sufrir. Aunque no suelen durar mucho (la mía no llegó a 20 minutos) se hace eterno. Al rato de empezar me comenta el doctor que a ver si consigo llegar al resultado de hace dos años. "A eso venimos", pienso. A los cinco minutos me dice que me va a parar en un minuto porque ya llego a 370w y 178 pulsaciones. "¿Qué?¿y para eso he pagado 30 euros? ¡¡¡si ni siquiera estoy sudando!!!". Y con dos coj****s le suelto: "NO, NO, NO, no se te ocurra pararme que entrenando en el rodillo he llegado a 190 pulsaciones..." El tío me mira con cara, digamos, de algún habitante vertebrado de las profundidades del océano y me espeta: " Tú verás, pero te paro si llegas a 190." A partir de entonces empiezo a manar sudor como si no costara a la vez que pierdo todo mi estilo grácil de pedaleo y comienzan los "chepazos" y los gemidos de esfuerzo. Entonces reparo en la pantalla que hay en mi manillar (que no había visto antes) y que apunta hacia el médico. Me inclino un poco y veo que hay una gráfica que indica los vatios que muevo: "Pufffff, aaarggghhhhh, mmmmmmhhhhhh, por mis gónadas que paso de 400 W". Al final 415 W, 188 pulsaciones máximas, más tensión que en las cuerdas de la raqueta de Rafa Nadal y medio metro recorrido (es lo que moví la bici a saltitos cuando ya iba zurrado). Lo más gracioso era ver a la enfermera esquivar mis gotas de sudor (más bien eran chorros...) cuando me tenía que tomar la tensión. Les dejé el chiringuito lindo. Total, que va a ser que el Tour de Francia tendrá que esperar. Le quiero dar las gracias especialmente al señor Berbel por haber hecho 410 W en su prueba y conseguir así que me pique para variar y dar más de lo que estaba dispuesto a dar. Salutaciones desde el lado tenebroso y "ojcuro" del "mountan bai".
P.D.: Como el perrillo éste de la foto me quedé, en el pellejo, después de la sudada padre de ayer en el rodillo. 1h:15' de romanos con dos series de 20 minutos al 85%... Me bebía hasta el aceite de la horquilla.

lunes, 22 de febrero de 2010

Agüita bendita...










...y nieve y barro y más agua... En fín, eso es lo que tuvimos el sábado en la "super-mega-pedazo" de ruta que nos cascamos desde Pedrezuela. Después de dormir cuatro horas, no hay nada como levantarse a las siete de la mañana para disfrutar de casi cinco horas de rutilla. Nos juntamos los cuatro jinetes del "apocabícis", oséase: Javi "Santacruz", Jose "el Guardia", Rober "el Vagco" y el que narra. Grupo que cuando se une aparecen raíces, piedras, zanjas, senderos, repechones y escalones por doquier. Rober apareció un poco castaña por un problemilla de tránsito gastroduodenal, pero bueno, nos "regaló" 45 minutos de paseo por los alrededores de Pedrezuela con falsos llanos del 20% para que se nos pasara el fresquete. De ahí derechitos al Cares. Parada obligada en la recién bautizada "cuesta del Kami" (por el estudio que le hizo al fondo del barranco la semana pasada), y de ahí paseíto por el canal hacia el Cerro de San Pedro. Rober ,el pobre, se empezó a quedar y en la Cruz enfiló para su casa. Pues nos quedamos tres, así que subiendo y bajando por las pistas "aquópolis" directos a sufrir por una trialera de subida de unos cuántos kilómetros con nieve y todo en algunos tramos. Al final no fué para tanto y sólo desmontamos en la "cuestecilla del Luis" (ilustre nombre también por el talegazo que se calzó el susodicho pollo intentando bajarla). Un poco de pista, un encuentro con un paisano que llevaba una GT de carbono nuevecita, sin casco y con unas mallas que tuvieron que ser de Bahamontes, airecito de cara, cincuenta o más buitres merendando en una pradera, dos trialeras y vamos girando hacia Pedrezuela de nuevo. Más sube-bajas, más charcos que había que cruzar con un ferry, nos encontramos otra vez al prenda de la GT con sus colegas los cazadores (¿glups!, pa' decirle algo...) y senderito técnico de regalo, nuevo para mí y súper guapo. Y después de todo lo chungo, va el Guardia y se la calza casi parado por no poder sacar un pie. En fín, cosas del directo. Y por supuesto, para no llegar enteros, nos bajamos y subimos el puerto de Corepo. Fué espectacular ver a Javi comerle el ojete en la bajada a un tío con una furgoneta. Hubo un momento que creíamos que le hacía un interior en una curva. ¡Muy fuerte! Total: Palicilla que te crío, barro hasta entre los dientes (literal) y sonrisa de oreja a oreja. La mejor ruta del año (de momento, por supuesto...). Javi, gracias por las fotillos. Saludos y buen día.

martes, 16 de febrero de 2010

Rodillo

Más bien tendría que llamarse "rollito". Ayer le regalé a mis piernecillas una horita de ciclismo de interior en casa. Con este tiempo tan predecible que tenemos últimamente, que lo mismo te cueces en Diciembre que te nieva en pleno verano, no me quedó otra que desempolvar este cacharro odioso. Es lo más pestoso que hay en el ciclismo. Además uno se siente imbécil, pedaleando para ir a ningún sitio. Da igual si te pones música, usas un pulsómetro o te pones una peli. El dolor de culo no te lo quita nadie y el tedio es importante. Más que entrenamiento cardiovascular es entrenamiento "fuerzadevoluntad". Eso sin contar con la sudada que te pegas. Menudo charco que dejé en la plaqueta, llega a ser parquet y lo levanto enterito. Es cachondo mirar cómo nieva a través de la empañada ventana mientras tú resoplas como un búfalo y estás más caliente que una plancha (o dos). Pero es lo que hay si no quieres perder lo poco que has ganado con ingente esfuerzo. Así es la vida del bicicletero, sufrir por todo, sufrir para nada, sufrir por sufrir. Porque se pierde la forma antes de lo que tarda en consumirse una vela de cumpleaños. Te matas a entrenar y en cuanto lo dejas una semana parece que no has montado en tu vida. Pero bueno, hay cosas peores. Hoy creo que toca otra sesión de rompe-ojetes. Dicen que en la variedad está la salvación en ésto del rodillo. Combinar distintos entrenos. Ayer sprints, hoy pirámide, mañana recuperación, etc... Pero vamos, dónde esté darse un pingüi por el monte... Aunque nos pongamos de barro como el de la foto. Buen día a todos.

lunes, 15 de febrero de 2010

Criogenización


Bonito palabro el del título, pero que viene al dedillo por la rasca que hemos pasado este fín de semana. He pasado más frío que Walt Disney. Después de mendigar por el foro, conseguí que el Guardia y el Doc salieran el sábado conmigo a pedalear un poquillo. Fué una sesión "mondongal", cómo dice Jose. ¿Y eso qué "é" lo que "é"?. Pues sencillamente casi cuatro horas con el sillín incrustado en la zona pudenda, más conocida como mondongo. Pedaleo suavecito y mucha charla hasta el Molar y vuelta. Y un viento y un frío del carayo. Debía haber unos tres grados bajo cero a las nueve que salimos. Volvimos a seis positivos a la una. La cara como un pedazo de corcho. Siestorro y peli, que el domingo era San Kalentín. Me daba cien patadas la celebración ésta. Es, y creo que no habéis oído esto nunca ja ja ja, una fiesta totálmente comercial. Pero bueno, a mi chica le gusta y me lo contagia todo, qué le vamos a hacer. Me prometió no reprocharme dentro de veinte años que me había ido ese día con la bici y me dió "permiso" para disfrutar de otra gélida mañana dominical con mis amiguetes ciclistas. Con sólo hora y media para pedalear, os podéis imaginar la zumbada que le tuve que dar (y me dieron, Nagai: eres un mamón) a la bici. Eso evitó que me quedara como el Capitán Pescanova, pero llegué "muedto" a casa. Ducha y al Retiro a pasar calor otra vez. Dos grados y cincuenta millones de personas. Allí estuvimos haciendo riñones otra vez con el pequeño Samuelcito. Un demonio con cara de Brad Pitt que le zumbaba a su moto que no veas. Y luego sus Papis nos premiaron con una comida digna de cinco estrellas Michelín (como los que nos van a salir si seguimos comiendo como ayer). Todo muy rico y de calidad, que mi colon lo puede atestiguar. Gracias Javi y Silvia. Tras algunas horas de "pedrada siestera" nos fuímos al Tony Roma's a cenar (por si no habíamos comido suficiente, no te joe...) y eso fué el cúlmen. Menuda nochecita que pasamos, dimos más vueltas que una peonza, menuda digestión... En fín, resumiendo: frío, bici, colegas y comilonas, ¿qué más se puede pedir?, pues sólo una cosa: TENER A BELÉN SIEMPRE AL LADO. FELIZ SAN VALENTÍN A TODOS.

martes, 9 de febrero de 2010

Pinchazo psicológico


Como no se que hacer, voy a divagar un ratillo por aquí que para eso es MI BLOG. Los que sufrís en silencio la sodomización constante de un sillín de 150 gramos con menos acolchado que una teja durante horas, días, años, en vuestras salidas por el monte vais a empatizar conmigo en mi próxima disertación. Sin embargo esto es extrapolable al resto de personas, que aún no habiendo cogido una bicicleta desde que palmó el pobre Chanquete, seguramente se puedan haber sentido de forma similar en otras circunstancias de su vida. Digamos que lo que sigue es algo parecido a una fábula. Pues bien, digamos que podríamos llamarlo "el día tonto". Es un día cualquiera, de un mes cualquiera y a una hora cualquiera. No ha pasado nada excepcional. Has hecho lo de siempre, has comido y dormido lo suficiente, no tienes problemas que te rellenen el hueco de la felicidad en tu cerebrito. Es, en definitiva, un día típico. Te vistes y sales a dar un garbeo con tu jaca. Al ratín empiezas a ir rarrrrooooo, rarrrooooo, rarrrrooooo..., bajas la cabeza y miras la rueda trasera. "Joer, si parece que he pinchado", piensas, pero la rueda parece tener todo el aire del mundo. A los cinco minutos vuelves a mirar, porque parece que cuesta avanzar. Igual. Tras dudar unos minutos, al final te paras y con tus manos aprietas la rueda. "Joder, si va bien, ¿pero qué carajo...?". Te vuelves a montar y para tí sólo hay una cosa en tu mente, una rueda que gira y gira, un pensamiento obsesivo: "No puede ser, he roto el núcleo o, a lo mejor, me roza el freno, ¡eso es!." Cuarta parada, levantas la bici y toquecillo de rigor a la rueda. Aquello gira mejor que la noria del parque de atracciones. "Cago en tó". Aún así sacas el cierre, aprietas la maneta, cierras la palanca y pruebas de nuevo. Nada, aquello va de lujo. Con las venas del cuello empezando a asomar peligrosamente por el cuello, te montas y empiezas a pedalear como un borrico. No hay manera. Vas más lento que las procesiones de Semana Santa. "Es el suelo, seguro, es que está muy blando y se agarra como una lapa". ¡Vamos hombre!, que lleva tres meses sin llover. Todo por no reconocer eso, que hoy es un día de ésos, un "día tonto". Moraleja, pues la que queráis sacar cada uno. Espero haceros pensar, aunque algunos sé que os habéis dado de baja en ese servicio, je je je... Saludos a todos y buen día.

lunes, 8 de febrero de 2010

Paliza en Tres Cantos





Buenas, buenas, buenas... Domingo cañero el de ayer. Primera carrerita del año para el prenda lerenda y mejores sensaciones de lo esperado. La verdad es que sólo tuve un bajoncillo en la segunda vuelta y conseguí llegar bastante entero a meta. Pero vayamos por el principio. Llegué allí a eso de las once menos cuarto acompañado de mi mejor fan (Belencita), de mi sister María y su colega-novio-majete Javi. La intención era estar antes, pero mi colon es mu mamón y tuve parto múltiple en casa antes de salir (esos nerviecillos, aunque no sé pa' qué si no me juego ná de ná...). En fín, que después de un calentamiento que consistió en echar dos meadas y subir dos cuestas, nos llaman a la parrilla. Nos colocan por número de dorsal. Cojonudo, tengo el 61 y somos 116, in the middle of the night para variar. Me encomiendo a alguna virgen (que creo que quedan pocas, je je je) y salgo con más miedito que decisión, por eso de los enganchones. Es lo peor de las carreras, la salida con tanto tío moviéndose y cruzándose. Y ya estamos en todo el lío, grupeta de unos diez y placa-placa, plato grande y a intentar no quedarme cortado. No lo consigo y nos quedamos descolgados de los machacas. Pues hála, a no darnos un talegazo y ¿disfrutar? lo más posible. El circuíto no da para muchas alegrías. Técnico cero, muy de fuerza y eso sí, cuando no subes es porque bajas, y vuelta a subir, y vuelta a bajar por unos repechos de hierba que te quieres ir a casa. En la segunda vuelta la espalda me comenta de soslayo que no me flipe tanto y levanto pedal, pero es muy difícil cuando tienes a LA MEJOR AFICIÓN DEL MUNDO gritándote en la oreja "¡¡¡¡¡¡¡¡¡VAMOS MOIIIIIIIII!!!!!!!!!!..." Cojones, que parece que estás en plena Copa del Mundo, te entra un subidón que no veas y zumbas para arriba como si te persiguiera el mismo Satanás. Oía a Belén desde la otra punta del circuíto, qué gritos pegaba la tía, ja ja ja...Volvamos al tema, suelto a los tres que marchaban conmigo y me limito a controlar el trozo que les saco en la tercera vuelta, porque a los de delante no los cogía ya ni de coña. Total, 30 kms, puesto 43, 1h:19min y el primero me cascó casi 10 minutos, ahí es nada. Si el lomo lo permite, espero dar algo más en las siguientes. MUCHAS GRACIAS A TODOS LOS QUE ESTUVÍSTEIS ALLÍ ANIMANDO, PASANDO FRESQUETE Y GRITANDO COMO TENORES. LA MITAD DE LA CARRERA ME LA HICISTÉIS VOSOTROS.

viernes, 5 de febrero de 2010

¡¡¡¡¡¡¡Empiezan las carrerasssss (glups)!!!!!!!!








AAAAAYYYYYY MADREEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Que se me va la pelota. Después del catarrazo y con la espalda hecha un ocho, voy y me apunto al Open de Madrid en Tres Cantos. ¡Ole, ole y ole!. Eso sí que es tener conocimiento. No hay nada mejor que correr un rally con una doble de 140, rodeado de ¿100? Master 30, más otros 100 Senior y Pro's. Total, 200 tíos metiendo codos en un circuíto de 10 kms. Muuuuuu fuerte. Este año tienen que hacer dos mangas porque hay "ochocientosmil" inscritos. Que viva el "muntain-bai". Pues nada, un calentón guapo y a ir cogiendo forma. Mi única aspiración es no darme un talegazo y acabar con los ojos lo más dentro posible de sus cuencas, je je je... Vamos, que me pueda bajar por mi propio pie de la bici, no como en Pastrana el año pasado que me quedé como una alcayata (confieso que he tenido que buscar la palabrita en el diccionario porque no sabía cómo se escribía), que no podía ni quitarme las zapatillas. Lo mejor de todo es que estará allí el Grupo Salvaje. Esos que hacen que te subas las cuestas al 200% con sus gritos de ánimo. Todavía recuerdo cuando corrí allí mismo en 2008. Los pelos que me depilo se me ponen como escarpias. Pongo unas fotillos de aquél evento. Que todos paséis un buen fin de semana. Saludos desde el lado oscurorrrrrr...

lunes, 1 de febrero de 2010

Bor bin esbribo albo


Hola a todos. Ese ha sido mi idioma esta semana. Debido a un catarro de esos tan guais que rulan por ahí he dejado un poco de lado el blog. Madre mía, tenía más mocos que una pava enferma. Ya me extrañaba a mí no haberlo pillado antes. Desde tiempos inmemoriales tengo la tradición de calzarme un constipado por estas fechas. Antes le echaba la culpa al hielo de los pelotis que me apretaba en las fiestas de nochevieja. Pero llevo unas cuantas que no salgo y sigo igual. Es algo rarrro, rarrro, rarrro...Así que me perdí la rutilla en bici del domingo, muy a mi pesar, porque hasta yo tengo cabeza. Hace unos años me hubiera vestido como una cebolla y con dos webs me hubiera tirado a los caminos. Pero cuando ya tienes en el lomo la edad de Cristo Redentor te piensas más las cosas (bueno, sólo a veces). Tuve que decidir entre salir con el aire que hacía y un frío del carajo o quedarme mariconeando en casa. La opción B ganó en esta ocasión. Para paliar el sentimiento de culpa por no salir a montar en toda la semana me empujé pa´l body dos porras y cuatro churritos mu ricossss... Vamos, un destrozo. Por lo menos pude hacer Pilates los dos días. Mi profe estaba feliz, pobrecilla, porque por fín me vió sudar y ponerme colorao. Me decía: "ésto es durillo al final, ¿eh?..." Lo que no sabía era que tenía algo de fiebre y estaba como una plancha (o dos...). El viernes fue "Santo Tomás de Aquimismo", así que día de asueto (p**tos funcionarios). Con la feliz idea de darnos un garbeo por la sierra para que mis virus conocieran mundo, decidimos ir a Bustarviejo a subir al Mondalindo (joer, este nombre siempre me hace gracia je je je). Duramos allí más o menos lo que se tarda en decidir democráticamente entre cinco personas congeladas que mejor ir a la Pedriza. Menudo viento hacía, se te volaba el peluquín... En la Pedri no había ni Peter. Subimos a Cuatro Caminos, comimos en unas piedras al sol, otro vendaval, hipotermia que te crío y pa' bajo por el refugio Giner. Cuatro horas para ir haciendo fondo (amossss no jod...), dos sesiones petardas de rodillo sin ganas y menos fuerza y ya está la semanita completa. No semos naide...
P.D.: La foto es de otro día, que ahora está "empetao" de nieve.