ADVERTENCIA: Algunos contenidos de este blog pueden herir la sensibilidad de la gente sin humor o con problemas de tránsito en el tramo final de su orto. La ironía es clave aquí. En caso de intolerancia, consulte a su proctólogo.

martes, 3 de agosto de 2010

María del Carmen Morán Horrillo

No era lo que esperaba contar a la vuelta de las vacaciones. Mi tía falleció el pasado miércoles a los 58 años. Hermana de mi padre hasta en su enfermedad, el mismo maldito cáncer de pulmón ha acabado con ellos. Poco más puedo decir. Lo siento especialmente por mi prima Rocío, su hija, y mi tío Juan, su marido. También por mi tío Paco, que ha perdido a todos sus hermanos. Sólo podrán disfrutar de ella en sus recuerdos, pero por experiencia, no es poco. Ánimo, que aunque parezca que no se sale del agujero, un día te das cuenta de que ya estás arriba y sólo mirarás para abajo de reojo. Llegará un día en el que te des cuenta de que has pensado en el que falta y no te duele y cambies una lágrima por una sonrisa. Podrás recordarle como era y no como el enfermo que fue en sus últimos días. Siempre podrás disfrutar de él mientras tengas conciencia. Y la mente es lo último que recordamos que perdemos, así que es como si fuera para siempre. Carmita, que descanses en paz.