Acido lactico

¿Y eso que es?. Pues os lo voy a contar con mucha piedad para que leais toda la entrada y no me mandeis a tomar por saco. En condiciones normales el acido lactico se encuentra en estado base, es decir, en lactato. Ante un esfuerzo muy intenso, se puede llegar a superar el umbral anaerobico y entrar en deficit de oxigeno, es decir que podemos "aspirar" menos oxigeno del que necesitan nuestras sufridas celulas. En esta situacion, se genera mas lactato del que el cuerpecito nuestro puede eliminar y entramos en acidosis. Y ese acido lactico generado es el responsable, entre otros factores, del dolor muscular tras un gran esfuerzo. Esto a groso modo es lo que ocurre dentro de nosotros cuando competimos o hacemos series.

¿Y por que nos cuenta este tio este rollete? Pues os lo cuento porque cada vez estoy mas convencido de que este inocente acido es altamente adictivo. A pesar de que el 90% de la sedentaria poblacion de este planeta no generara en su vida ni una sola gota de este acido, los que si lo hacemos cada vez queremos mas. El primer dia que haces series lo haces perruno total: "Amosss no jodasssssss me voy a subir esa cuesta diez veces..." El segundo dia, como ves que a pesar de las agujetillas parece que andas mas, pues te animas un poquillo. Y asi poco a poco vas cayendo en la "trampa".

Y un buen dia te encuentras leyendo libros de entrenamiento o siguiendo uno. Te vistes de romano y sales al monte. Buscas a tu victima como un depredador hambriento. Y ahi esta, ese repecho del 10% que parece tener la longitud correcta. Dos piñones abajo, dientes apretados y piernas como rocas. El suelo pasa rapido bajo las ruedas pero apenas lo ves. Intentas mantenerte en linea recta, pero el vaiven de brazos y piernas no te deja. Respiras tan fuerte que asustas a los inocentes residentes del pinar, les oyes corretear entre los arbustos. Pero tu a lo tuyo, deseando que te salieran branquias en el pescuezo para poder atraer algo mas de aire a tus ardientes pulmones. Los latidos castigan tus sienes, los gemidos se convierten en gruñidos, el sudor te ciega.. Venga... un poco mas... solo un poco mas... otro piñon... Duele, duele, duele... y quema. Y aparece el , el acido, para rematarte, para recordarte que tienes un limite, para bajarte los humos y recordarte que eres un simple mortal, un resoplante y fatigado mortal.

Con la cabeza bien baja como el que acaba de ser derrotado en un combate, deshaces el camino. El resuello volviendo, el corazon dejando sus intentos de fuga de la prision de tus costillas para otra ocasion... Si, para otro momento mejor. Y con la astucia del que pretende escabullirse, como si pudieras esquivar al acido, disimuladamente das la vuelta y encaras la pendiente... Las pupilas se dilatan, aprietas el manillar con tus manos aun temblorosas y esbozas una sonrisa. No, no es una sonrisa, enseñas los colmillos, la presa esta ahi, otra vez... Es el instinto, es la adiccion, es inevitable...