ADVERTENCIA: Algunos contenidos de este blog pueden herir la sensibilidad de la gente sin humor o con problemas de tránsito en el tramo final de su orto. La ironía es clave aquí. En caso de intolerancia, consulte a su proctólogo.

miércoles, 1 de junio de 2011

Semana Santa en Potes II

Con la lluvia jorobando un poco, nos dedicamos a buscar caminos por los que se pudiera circular en coche. La oferta era más bien escasa, pues estaba prohibido por todas partes excepto por una pista que unía Espinama con Sotres. No creo haber visto en mi vida tanto guarda forestal junto. Había un coche del Parque Natural aparcado en cada inicio de camino, pista o sendero, además de los que te cruzabas por el campo. Se toman muy en serio la protección del medio ambiente, cosa que me parece cojonuda con todos los capullos que hay por el mundo. Bajo una lluvia torrencial subimos un fuerte desnivel por la empapada pista y sólo conseguimos llegar al Refugio de Áliva, casi encima del mirador de Fuente Dé: La vuelta la hicimos tranquilamente:


Hicimos alguna foto más y decidimos volver otro día con mejor clima: Al día siguiente el tiempo mejoró bastante. Nos vestimos de montañeros y decidimos recorrer la pista completamente (nos comentaron que hacía falta un 4x4, el nuestro es 4x2, así que nos faltaba medio coche, je je je) con serias dudas de si nuestro blanquito podría pasar por algunas zonas muy pedregosas y con buen desnivel. Pues casi dos horas que tardamos en llegar a Sotres y yo con un dolor de cuello bastante majo de la tensión de intentar no rajar un neumático con uno de los millones de pedrolos que nos encontramos.


Pasamos por sitios preciosos como estos: Llegamos a Sotres, subimos otro puertecillo de tierra hasta el Collado de Pandébano y nos hicimos una ruta a pata hasta Bulnes, que contaré en la siguiente entrada. Solo adelantar que la cosa se alargó un poco más de lo esperado y teníamos que volver por la misma pista (que ahora nos tocaba casi todo el rato en subida) si no queríamos hacernos ochocientosmil kilómetros por tortuosas carreteras asturianas y cántabras. Si nos descuidamos un poco a la vuelta se nos hace de noche, pero al final el cochecito respondió mejor de lo que esperábamos, se lo subió todo a la primera sin rechistar. Menuda tralla que se llevó. Claro, que más paliza se darán los que vengan a rezar a esta ermita, la de Nuestra Señora de la Nieves. Eso sí que es penitencia...

No hay comentarios: