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miércoles, 23 de marzo de 2011

Open de España en la Casa de Campo














Pues la crónica va a ser breve, como lo fué mi mecha haciéndome explotar como un cohete en la segunda de las cuatro vueltas que tenía que dar. Un cumpleaños la noche anterior me dejó al punto, durmiendo sólo tres horas y haciendo una cena de todo menos particularmente buena para rendir a tope, a saber: Torrijas, croquetas, coca-cola, doritos y tarta de chocolate...Vamos, para ir como un misíl. Me pasó como al Ferrari de Alonso, mi motor no subía de vueltas y ya en la salida me adelantó todo dios por todos los lados posibles, incluso por arriba porque el tío de detrás hizo la catapulta y se dió un costalazo de cuidado. Me dolían las piernas mogollón y en la segunda vuelta empecé a perder la trazada en las bajadas del tostón que llevaba. Me recuperé un poco en la tercera vuelta pero me hundí en la última y me robaron la cartera unos pocos sin ni siquiera intentar mantener la posición. Bastante que no me bajé de la bici. Un puesto 46 y los brazos achicharrados del solecíbiris que rondaba por los madriles. En fín un calentón de los buenos, aunque me consuela que no fuí el único que acabó fundidillo, porque había cada careto por allí que no veais. Eso sin contar con los trastazos que se dió la peña. Hasta Hermida, el campeón del mundo, se dió un hostión de infarto. En fín, Serafín, que vinimos a este mundo a sufrir.

1 comentario:

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

Tú tranqui, este año te llevas el campeonato universitario... si nos dejan correrlo. Va a estar bien, tú entre los tres primeros, y yo entre los tres últimos, así hacemos capicúa.