Ya algo mas tranquilos seguimos disfrutando de las vistas que nos regalaba el entorno.
Fijaos en el lago que hay en medio de esta foto:
Tras una bajada que nos fundio los frenos a todos del desnivel que tenia, nos paramos en el primer avituallamiento. Me zampe un Pantera Rosa que hacia años que no probaba y que al rato amenazo con volver a su habitat natural fuera de mi cuerpo. Como una patada en los mismisimos que me sento el jodio bollo. El Brigada aparecio, saludo y siguio su camino para no quedarse frio. Se habia dado un costalazo con inyeccion granitica en todo el riñon. No tardamos en seguirle para ascender 10kms de puro infierno. Pista que se iba llenando de piedras para convertirse en senda trialera que desemboco en un empinadisimo sendero finalmente cubierto de pasto pegajoso. En fin, un sinvivir y un par de veces que me toco patear.
Tras un par de collados enfilamos para abajo. En un tramo muy feo decido que me apeo y piso con los pies la misma piedra. La muy perra esta suelta, se mueve y me tuerzo los dos tobillos a la vez. El izquierdo (el de los esguinces) me chasca y me quedo cojo. ¡Pues si que estamos bien!. Menos mal que pedaleando me molesta solo un poco y remato la bajada con dignidad y felicidad.
Unas fotillos con el Brigada, reagrupamos y seguimos subiendo. A partir de aqui me olvide de hacer fotos porque iba jodidillo con el pie.
Tras bajar un buen tramo solo y bastante flipado por llegar pronto al final, me encuentro un avituallamiento en un lugar bastante curioso. En todo el vadeo de un rio habian montado el chiringo. La gente estaba parada ¡dentro del agua!. Claro, que mas flipado me quede al ver al Ruso y a Kami alli. ¿Pero como coj...s me habian adelantado?. Pues por un atajo obligado. Visto que iba mucha gente pasada de tiempo les obligaron a bajar por un cañon lleno de piedras mojadas que te daban los siete males. Pues nada, enesimo reagrupamiento y bajada hipersonica hasta la meta con Juancar. Ducha y luego a la famosa Espicha. Evitando en lo posible pensar marranamente esto no es mas que ponerse hasta el culo de comer como ilustra la siguiente instantanea.
Con todo el pescado vendido nos fuimos pa Madrid, como dice El Barrio, con atasco imprescindible. Cerca de las once de la noche ya estabamos cada uno en su casita.
P.D.: Mario se quiso ir pronto de la Espicha en pleno sorteo de material deportivo cuando cantaron su dorsal y le regalaron unos calcetines.
P.D.2: Yo mismo, hasta el fistro de esperar, me sali de la nave para irme tambien y me tocaron otros calcetines...
P.D.3: Cuando estabamos todos montados en el coche para irnos, al Ardilla le toco tambien premio, pero esta vez ya no fuimos a por el, que tanta buena suerte no puede ser buena.
P.D.4: Me lo pase de PUTA MADRE con todos vosotros. Ojala repitamos todos los años. Gracias.
3 comentarios:
mola la crónica Moi. Si a ti se te nota el sufrimiento, no quiero ni pensar cómo debió de ser el tema. Pero bueno, a ver si para el año que viene me apunto, si eso...
¡Hostiaaaaaa el desaparecido, que es de tu vida, macho...!
Duro no fue el segundo día, fue durisimo y como lo vimos así decidimos ir tranquilamente Kami y yo, tanto que nos cortaron, lo cual alguno agradeció, la pena para el es que no nos cortaran mas según llevaba los pieces de la gran pateada que nos dimos, a ver si sacan una zapas de bici con suela vibran, jajajja.
Ruta muy chula, aunque para uno muy dura después de la que acabamos de tener el día anterior.
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