Transcantabrica 2010 Parte I

Como bien decia Mariete, hasta que no corres esta carrera no sabes de verdad lo que es el Mountain Bike. Este año los ocho valientes que aparecemos abajo nos metimos para las piernas dos dias de sufrimiento puro y duro. Saliendo tarde para variar y despues de un atasco del copon nos plantamos en Puebla de Lillo. Las literas del albergue nos esperaban ansiosas para pasar una noche totalmente en vela. Los ronquidos y demas ruidos generados por el cuerpo humano me impidieron dormir mas de una hora, si acaso, mas por aburrimiento que por cansancio.



Con una buena torrija mañanera, tras haber recogido los dorsales en el Puerto de San Isidro mientras el sol todavia se estaba desperezando y haber metido codos para luchar por el merecido desayuno con un numeroso grupo de borregos ciclistas, nos dimos cuenta de que toda la ropa de abrigo que llevabamos nos iba a sobrar.



Preparamos todo con poca prisa, siendo los ultimos en llegar a la linea de salida. Tras un caos impresionante y los primeros tapones, nos vamos colocando donde podemos y empezamos a contemplar las primeras hostias del dia. Uno de la organizacion se saca un solomillo de la rodilla dejando la rotula al aire (ugggghhhh). El Ardilla intenta desprecintar mi virgen orto con su manillar al parar de golpe en un tapon, pero en el ultimo momento cambia la trayectoria y la cornada se contenta con el mollete izquierdo.



El suelo esta super seco y se levantan unas polvaredas que no te dejan ver por donde pisas. Nos "arrejuntamos" todos y nos regalamos una foto en el Lago Isoba.



En algun momento que no recuerdo decido darme todas las hostias que me correspondian en el fin de semana en un solo rato. Me la calzo contra el manillar subiendo al quedarme atrapado en los pedales y me dejo la rodilla derecha con un buen huevo Kinder. Poco despues trabo la rueda delantera en una raiz escondida e intento caminar con las manos, pero como no se de acrobacias, acabo atizandome en la hasta ahora sana rodilla izquierda. Llegamos a un avituallamiento antes de la subida mas larga de la jornada y Kami no aparece. Despues de un buen rato llega "derrengao". El sol nos cuece pero que muy bien, si no que se lo digan a la pobre Mesticita.



Terminamos la larga subida y aparece una chica portuguesa con sangre en la cabeza. Se ha caido en la bajada que sigue y se ha dado contra una piedra partiendo el casco. Muy mal rollo.



En un minuto se me olvida y bajo la trialera muy alegre (demasiado para haber visto lo que vimos). Solo el impresionante paisaje que se tiende ante mi me hace frenar a fondo y ponerme a hacer fotos.





En este collado de abajo acababamos de estar viendo a aquella muchacha sangrando y nos comimos todo el desnivel subido en apenas cinco minutos de rapido descenso. Parada para descansar las manos y el regalo del dia. Un tremendo hayedo con un sendero serpenteante que lo cruzaba nos hace sonreir a todos como niños en su fiesta de cumpleaños.



Tras un sube y baja por bosque llegamos al ultimo avituallamiento. El Brigada y yo nos marchamos con Kami que ya va al corte de inyeccion. Tremendas crestas y un alto desfiladero adornan la siniestra de la pista que bajamos a toda leche.



Solo una paradita para la foto de rigor y enchufados para Bezanes, donde ponemos, por fin, punto final a la ruta. El Kami se cruza con un coche y un portugues a la vez y acaba dandose un tripazo por no estamparse con alguno de ellos. Vino rebozado por la cara A y por la B.



P.D.: En total fueron 50km con 1250m de desnivel acumulado en 6 horas (contando las paradas). Para el necio o el profano puede parecer poca cosa. Los desniveles alli son tan acusados que subes mas despacio que si fueras andando. Las bajadas tenian mucha piedra (si no todas) y te descolocaban los organos internos (y los externos tambien). El ambiente es cojonudo, si no mirad a este pavo vestido de vaca...



P.D.2: Tras pimplarnos unas cuantas gelidas cervezas al llegar, hice una nueva amiguita que se zampo mi bocadillo de jamon york y queso de dos bocados. Me dio algo de cariño y luego me fue infiel con otro grupo de ciclistas que tenian bollos de chocolate, ¡que malas sonnnnnnn...!



P.D.3: Yo no iba a ser menos y me busque a otra que me puso ojitos. La tia estaba zumbada y se habia venido de otro pueblo siguiendo a un coche de la organizacion de la carrera. Se la llevaron luego de vuelta. Pero para vuelta (como decia el Kami cada dos minutos) la que dimos con el autobus de regreso a la salida. Mas de una hora de puertos, curvas y calor, sin contar con el olor a sobaquete que habia dentro con 60 tios "resudaos". Fue peor que la ruta entera.