¿Campeonato de Madrid? ¡NO, gracias!

Ayer a las 16:30 de la tarde, con la canicula que caia, Alonso, Diego, Jose y el otro gilipollas que faltaba, o sea yo, nos fuimos hasta Becerril para reconocer el circuito del Campeonato de Madrid de MTB que se celebra este domingo 11 de Julio. Como se suele decir, su fama le precedia, pues todo el mundo hablaba barbaridades acerca de los poco mas de seis kilometros que tiene el trazado ideado, o mas bien, maquiavelicamente diseñado por "El Cordobes". No me refiero al torero, sino al Master 40 que conocemos en el equipo y que compite habitualmente en la capital. A mi, sinceramente, me preocupaban mas los "treinta y todos" grados que hacia al solecete. Estaba algo esceptico pues las carreras suelen ser mas bien faciles tecnicamente hablando. Discurren por caminos anchos, sin mucha piedra ni trampas destacables. Pues nada mas lejos de la realidad. Salimos cinco y en la primera cuesta arriba, a unos doscientos metros del comienzo, repechon que nos caza a casi todos. Solo conseguimos subir Alonso y yo y con muchas dificultades.

El circuito es muy estrecho, tanto que apenas cabe la bicicleta, asi que imaginaros los arañazos en brazos y piernas. No tiene ningun descanso, las subidas son tecnicas y las bajadas... ¡Que decir!. Me encanta bajar, pero en una carrera, con cien tios mas y el polvo que habia por alli... PUFFFFFF Muy peligroso. Para colmo, me desangro via nasal por el calor (supongo), asi que me tapono los dos orificios (nasales) con un trozo de trapo (si, de trapo) que me presta Alonso. ¡Pues que bien!, ya voy jodido de la dureza del camino y por el calor y encima no puedo respirar por la nariz. Ocurre ademas algo que no habia visto nunca. El Guardia viene muy retrasado y con la cara hecha un poema. No le esta molando nada el asunto. La primera vez que veo que se quiere ir a su casa. Diego tiene problemas con la rueda trasera y tampoco parece que le de risa la vueltecita. Mal sabor de boca para todos que ibamos creyendo que seria otra cosa. Encima hay un regalito final. Es un bucle de unos trescientos metros con una bajada que daba mas miedo que un Miura. Me la bajo a la segunda, pero estos pasan de arriesgar y yo pienso que pasar en carrera cuatro veces por alli y por las otras dos bajadas jodidas es mucho, mucho, mucho peligro.

Tras un largo paron y sin ganas decidimos darnos otra vuelta. Esta vez, sin embargo, si que disfrutamos al conocer mejor el terreno. Me lo subo todo (bueno, casi, me falto una que es imposible de subir) y baje delante, sin polvo y sin Alonso dando bandazos. Me reafirmo en lo que pensaba. Como ya me conozco las bajadas, bajo mucho mas alegre y confiado y me doy cuenta de la hostia que te puedes dar en carrera bajando enchufado. No, no y no, yo no me voy a jugar las vacaciones por un talegazo en una carrera. Si tuviera opciones, todavia, pero saliendo desde atras, sin poder adelantar y comiendome una polvareda del quince, pues como que no. Con los tapones que va a haber me voy a tener que hacer medio circuito andando. Lo siento, pero servidor se raja.